Por Lucas Frioli
Un gran partido jugó Boca el domingo ante Argentinos Juniors. Cuatro goles que certifican la superioridad futbolística de un equipo y otro, en especial luego del primer gol de Martín Pelermo cuando rondaban los primeros veinte minutos de partido y Argentinos simulaba tener capacidad como para darle pelea a Boca en la mitad de la cancha. Sin embargo, el esquema de Néstor Gorosito se derrumbó cuando el local sacó la primera ventaja y los de Paternal perdieron el eje. La solidez que demostraron los de Ischia en la última línea, la prolijidad de sus volantes para buscar el arco rival, la precisión e inteligencia de Riquelme, la capacidad de desnivelar de Rodrigo Palacio y la presencia de Palermo en el área visitante fueron las claves que sustentaron el triunfo de Boca, sobretodo en el segundo tiempo, periodo en el cual las diferencias se pusieron de manifiesto con mayor claridad.
Rodrigo Palacio, Jesús Dátolo y Leandro Gracián sellaron la victoria de Boca sobre un Argentinos que dudó tácticamente y no encontró la pelota más allá de los esfuerzos de Roberto Battión y Gabriel Hauche.
Boca evidenció que esta para pelear cosas importantes: tiene variantes en ataque, Álvaro González gana confianza y crece el ritmo de Palacio y la fortaleza defensiva con Cáceres como guía. De todas maneras, la pregunta del final trasciende la victoria y las buenas actuaciones: qué pasa si Riquelme no está... No importa, aquí y ahora juega y brilla y con él millones de almas...
Fotos: Diario Clarin
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