HUUUUUUUUUUUUUUU...

Por Emilio A. Bazterrechea
El grito de gol se les atraganto a los cuervos una decena de veces. El equipo de Ramon volvio a jugar bien pero sigue con la pólvora mojada.
Mentirá la fría estadística que cuente que empataron 0 y 0 San Lorenzo y Cruzeiro. Digo, a los hechos que a la estadística importan, el dato no será falso pero en lo que al fútbol respecta el abúlico empate le queda chico a un partido entretenido y bien jugado.
Y es que el Santo recibió en su casa, por la segunda fecha del grupo 1 de la Copa Libertadores de América, a un prolijo y de a ratos categórico equipo brasileño, como es el Cruzeiro, con la esperanza de reencontrarse con una victoria que le sacara la mufa. Pero la globa no quizo darle el gol a los miles de hinchas que antes, durante y hasta aún después alentaron al Azul-grana.

Ojito, que quede claro que solo faltó PUNTERIA. Desde el arranque el once titular de Boedo se avalanzó sobre el arco del sólido guardavalla Fabio que fue figura durante los noventa minutos. Bergessio tuvo el gol en sus pies pero no pudo, tampoco Silvera que no alcanzó a conectar un centro de Placente. Pasados el primer cuarto de hora y un tiro libre que D'Alessandro estrellara en el palo, los brasileños empezaron a demostrar por qué lideran el grupo (con 4 unidades). Con Wagner como abanderado y jugando ordenado, con algo de brillo los visitantes pudieron complicar a Orion en un par de ocaciones. El partido hasta acá era parejo.
El segundo tiempo encontró a un San Lorenzo más punzante con la imperiosa necesidad de conseguir un gol. Anda cotizando alto el toque a la red en el Bajo Flores y con todo lo malogrado durante los segundos 45 minutos debe andar cerca del precio de la Hammer de Tinnelli. A los cinco Silvera se lo pierde de cabeza, a los doce Bilos desperdicia una chance de contra. Otra vez Silvera de cabeza - era el gol, créame - y el soberbio arquero brasileño que la saca. Después Romeo - ingresó por Bergessio en el segundo tiempo - se lo perdió cuando el balón le rebotó en su propio cuerpo tras cabecear. Como éstas podemos enumerar una insoportable cantidad de jugadas en las que el Matador se perdió goles hechos. El equipo de Belo Horizonte, ya sin Wagner en el campo de juego, fue un equipo más corto, siempre bien parado, claro, pero sin todo el despliegue del primer tiempo y sin tantas llegadas (3 claras) . El tiempo fue corriendo y a pesar de haber jugado bien, San Lorenzo otra vez no pudo cosechar de local y lo que es peor no pudo marcar tantos. Con un rival de fuste como el Cruzeiro, el cuervo mereció el triunfo pero en el fútbol con eso no alcanza. Quedará de este partido la mueca triste de los hinchas azulgranas (fueron figura junto con el arquero de la visita) y también un camino que por lo menos en esta copa ha de ser cuesta arriba para un equipo que quiere querer pero todavía no puede poder embocarla bajo los tres palos.

Fotos: Diario Clarin y Diario La Nación