Las caras eran de desconcierto y preocupación. Las nubes se aproximaban y el panorama en La Bombonera era alarmante. Boca perdía 2 a 1, tenía un hombre menos y sus horas en la Copa Libertadores parecían contadas. Sin embargo, el xeneize sacó su chapa de campeón de América, puso en la cancha toda la garra y experiencia que la circunstancia requería y pudo derrotar al Colo-Colo chileno por 4 a 3. Claves fueron la rapidez de Palacio, las ganas de Palermo y la entrega de todo el equipo que tapó la ausencia de un jugador.
El colorido era impresionante, las banderas flameaban y las gargantas resonaban en el estadio. Era esperable, Boca se jugaba su permanencia en el máximo torneo continental a nivel clubes.
Amarilla hizo sonar su silbato y el xeneize comenzó a atacar, a los tres minutos ya tuvo la primera clara. Después se suscitaron muchas jugadas en las que pudiese haber abierto el marcador, entre ellas la más clara fue para Vargas que estrelló un tiro en el palo.
A pesar de la insistencia del local, luego de la injusta expulsión del novato Monzón a los 22, la defensa de Boca queda mal parada y el yorugua Biscayzacu define ante la salida de Caranta. El xeneize no se desesperó y siguió yendo al ataque, así fue como luego de una picardía de Palermo, el arbitro señaló la pena máxima, justamente eso pensaron los hinchas de Boca cuando Martín tiro su remate afuera, que fue una pena. Pero el titán no se desmoronó y tan sólo tardó un minuto en recuperarse. Centro de Gracián, la peina Dátolo, chilena de Martín que tapa muy bien Muñoz pero el 9, fiel a su estilo de nunca dar por perdida una pelota, se tira de cabeza al rebote y logra el empate. En el festejo se señala los ojos frente a la cámara de la televisión como si les estuviese diciendo a todos los demás equipos que disputan esta competición “tengan cuidado porque Boca los esta mirando”.El colorido era impresionante, las banderas flameaban y las gargantas resonaban en el estadio. Era esperable, Boca se jugaba su permanencia en el máximo torneo continental a nivel clubes.
Amarilla hizo sonar su silbato y el xeneize comenzó a atacar, a los tres minutos ya tuvo la primera clara. Después se suscitaron muchas jugadas en las que pudiese haber abierto el marcador, entre ellas la más clara fue para Vargas que estrelló un tiro en el palo.
El conjunto de Carlos Ischia – hoy vivió el partido desde un palco por su expulsión en Chile – seguía cometiendo errores defensivos a pesar de que a la vez atacaba con insistencia. A tres del final, Sanhueza se mete en el área tras un pase en profundidad, y ante la salida de Caranta logra cederle el balón a Biscayzacu que pone el 2 a 1 con el arco a su merced. El primer tiempo se moría y la frase del Coco “Silencio Stampa” resonaba en todas las cabezas, aunque muchos hinchas de Boca vislumbraban que se podía remontar la situación.
Si hay jugadores que están acostumbrados a situaciones como estas son los de Boca, y en el segundo tiempo hicieron valer toda su experiencia mientras que el rival fue un fiel exponente del respeto que le tienen todos los equipos del continente al actual campeón en su propio templo.
Rapidito, tras una gran triangulación entre Gracián, Dátolo y Vargas, el tano definió al palo derecho de Muñoz y puso el 2 a 2 parcial. Boca iba e iba, Colo-Colo aguantaba y se jugaba a las contras y a los errores defensivos del local. Palacio corría a otra velocidad y los defensas chilenos no tenían otra opción que registrarle el número 14 que lleva en su espalda, Rodrigo intentaba pero no lograba convertir.
A los 20, Caranta sacó rápido, Palermo la aguanto, Neri Cardozo metió un pase exquisito entre los centrales que tomó la figura del partido, el veloz, el que hoy vinieron a ver del Chelsea ingles, Rodrigo Palacio que eludió al uno del cacique y definió antes del cierre de Mena.
Delirio en la popular y platea Xeneize, comenzaban a alejarse los fantasmas y a respirar, exactamente ese aire se lo dio el ingreso de Roncaglia por Gracián para aguantar más el partido.
Boca disminuyó la insistencia en el ataque, además comenzaba a notarse el cansancio y toda la entrega hecha por los diez jugadores que intentaron que no se notara la ausencia del expulsado Monzón. Aquí fue cuando apareció Caranta con dos atajadas fantásticas para que Boca siguiera arriba en el tanteador. En ese momento, volvió a aparecer Palacio que se llevó la pelota contra las cuerdas, la aguantó y se la cedió a Cardozo quién avanzó con el balón y con un derechazo terrible liquidó el pleito.
Parecía finalizado, pero en el segundo de los tres minutos agregados un tiro de Moya desde afuera del área grande provocó el descuento para los chilenos.
4 a 3 resultado final y alivió para todo el público que alentó los 90 minutos haciéndole entender a los jugadores que hoy no se podía perder, y vaya si lo entendieron. Boca hoy dio la sensación de que en América podrá perder partidos es verdad, pero siempre sacará su estirpe y logrará sobreponerse a la adversidad, por algo es uno de los reyes del continente y por eso hoy La Bombonera fue EL PALACIO DE FELICIDAD.
Fotos: Diario Ole y Diario Clarin
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