Por Priscila Franzetti
Naaah! Mejor pedí un litro para cada uno y festejá que, como se dijo desde este mismo espacio, Argentina ya tiene dos equipos en cuartos. Y para alegría doble, estos equipos nacionales compitieron en el mismísimo grupo 2, donde Cuenca y Danubio fueron las víctimas que ayer sufrieron el coraje, el juego, la garra y la eficacia de Estudiantes de La Plata y Lanús, respectivamente.
El Pincha tuvo revancha. Allá en Ecuador había avasallado al rival con todo tipo de llegadas, y el Cuenca tuvo una clarita, cobró y a otra cosa. Tres puntos de visitante injustamente acaparados por los ecuatorianos. Esa vez, la acadé platense no manejó la pelota y la puso en pos del ataque como sea, frenéticamente, sino que esperó al Deportivo con una linea de tres en la puerta del área grande de Andújar, Braña más retrasado por si las dudas, y Salgueiro, Lázzaro y Piatti en permanente rotación y retroceso. Muy sacrificado todo el equipo, pero el liderazgo y la primacía de Juan Sebastián Verón son la llave maestra de los de Sensini. Piatti voluntarioso, fastidioso para quien lo tenga en su lateral como siempre, pero muy peliagudo y poco despierto para tomarla y encarar o para huir del offisde que le tiró en un par de ocasiones la defensa rival. Benítez, quien se debía dividir entre apoyar a Verón, cuidar las espaldas de éste y también participar en el ataque, era todo ansiedad, y no podía cumplir bien con ninguno de esos roles: a veces desaparecía, a veces caía en offside ingenuos. Por eso, no extraña que la Brujita capitalice a los 13´, sin marca personal, un rechazo del fondo y a 40 mts de distancia le indique a Piatti: -lo que te envío, lo dejás correr y después, pase atrás a Lázzaro que va a estar por la media luna del área.-¿Clarito?
Clarísimo. Tan claro como el golazo del ex Tigre, era que en Montevideo, jugados 20´ del otro partido definitorio del grupo, Lanús y Danubio se investigaban entre sí, se prestaban la-bien tratada, en general- pelota. Pero, mientras Ferro y el argentino ex hombre del Fortín Bardaro jugaban por varios en el medio y ataque de Danubio; los de Cabrero, quien tras casi 10 partidos contó con el 11 ideal, pusieron en marcha la usina de fútbol Valeri, el doble filtro Pelletieri y Fritzler y Quintana y el Emir, se hicieron guardianes y patrones del fondo.
Pero estaba parejo che. Porque así como te cuento que entre los 15 y los 30 Blanco, Acosta y Sand no pararon de errar tiros, rebotes, al arco y enviar cabezazos a las manos de Klimowicz, entre los 30 y los 40 Danubio volvió a la carga, y cuando se le agotó, ahí nomás del cierre del PT, Sand-Valeri-Sand pierden un tres en uno claro para abrir la cuenta.El Pincha tuvo revancha. Allá en Ecuador había avasallado al rival con todo tipo de llegadas, y el Cuenca tuvo una clarita, cobró y a otra cosa. Tres puntos de visitante injustamente acaparados por los ecuatorianos. Esa vez, la acadé platense no manejó la pelota y la puso en pos del ataque como sea, frenéticamente, sino que esperó al Deportivo con una linea de tres en la puerta del área grande de Andújar, Braña más retrasado por si las dudas, y Salgueiro, Lázzaro y Piatti en permanente rotación y retroceso. Muy sacrificado todo el equipo, pero el liderazgo y la primacía de Juan Sebastián Verón son la llave maestra de los de Sensini. Piatti voluntarioso, fastidioso para quien lo tenga en su lateral como siempre, pero muy peliagudo y poco despierto para tomarla y encarar o para huir del offisde que le tiró en un par de ocasiones la defensa rival. Benítez, quien se debía dividir entre apoyar a Verón, cuidar las espaldas de éste y también participar en el ataque, era todo ansiedad, y no podía cumplir bien con ninguno de esos roles: a veces desaparecía, a veces caía en offside ingenuos. Por eso, no extraña que la Brujita capitalice a los 13´, sin marca personal, un rechazo del fondo y a 40 mts de distancia le indique a Piatti: -lo que te envío, lo dejás correr y después, pase atrás a Lázzaro que va a estar por la media luna del área.-¿Clarito?
Clarísimo. Tan claro como el golazo del ex Tigre, era que en Montevideo, jugados 20´ del otro partido definitorio del grupo, Lanús y Danubio se investigaban entre sí, se prestaban la-bien tratada, en general- pelota. Pero, mientras Ferro y el argentino ex hombre del Fortín Bardaro jugaban por varios en el medio y ataque de Danubio; los de Cabrero, quien tras casi 10 partidos contó con el 11 ideal, pusieron en marcha la usina de fútbol Valeri, el doble filtro Pelletieri y Fritzler y Quintana y el Emir, se hicieron guardianes y patrones del fondo.
A todo esto, ¿Y los de Perrone? El técnico argentino del Cuenca, confió en que sus compatriotas Barrionuevo y Ferradas, con el desprendimiento oportuno de Castillo como un delantero más, lograrían en algún momento quebrar en el mano a mano a Sánchez (en reemplazo del lesionado Alayes), Basanta y Desábato. En cuanto a Barrionuevo, Sánchez no tuvo mucho traqueteo y Basanta se las arregló bien con Ferradas.
El segundo tiempo iba a ser peleado, trabajoso, peliagudo... eso, hasta los 7´. Tiro libre de la usina Valeri, cabezazo de Quintanita, arquero y Sebas Blanco puntea el rebote generado y se grita gol en el sur bonaernese y la costa charrúa. Vuelvo en 11.
Porque después del gol grana, en La Plata Cuenca arrancó el segundo tiempo en ataque, con todo. Bah, todo lo que las minis sociedades Castillo- Preciado- Ferradas y Castillo-García más los centros del defensor lateral Marlon Moreno a la cabeza de quien pudiera llegar como 9 clásico podían brindar ante la seguridad de Sánchez, Desábato, Basanta y Braña. Ojo: el Chapu, retrasado como un zaguero más, armó casi solo las contras, sacó buena la estrategia del contragolpe desde propio campo, pasaje fugaz por el medio y encare por la banda de ataque, y sólo por la impericia de Cuenca para atacar incisivamente al León se pudo llegar al 2-0. Con Verón en una rodilla, ergo, estático; Moreno y Fabianesi y Benítez casi desaparecidos en acción, fue muy difícil logra precisión y constancia en ataque, ya que las descargas del fondo o medio, no tenían recepción clara. Aquí van 14, pero en Uruguay 21, y Sand ya se sacó la mufa de zurda, convirtiendo el segundo gol grana, que lo clasifica, lo pacifica al campeón, y le da aire para manejar tranquilo hasta los 38, cuando Danubio intenta con orgullo refrendar por qué llegó con chances hasta este momento. ¿38´dije? Bueno, a esa hora mientras García, Bran y Wila dan claras muestras de que no dan más, Castillo pierde la pelota en un lateral a la derecha ante Galván, y éste arma una linda pared con Iván Moreno que termina en un centro aéreo para que Wila se tire de palomita y convierta el segundo de Estudiantes en lugar de Piatti. A esta altura, en Cuenca no quieren saber nada con correr a Moreno y Fabianesi o Galván y hasta no se quejan mucho cuando Bran barre abajo la pelota, Piatti simula para aprovechar la mala noche del mediocampista y Amarilla echa directamente...a Bran. Este error, el de no dar ninguna ley de ventaja, y la amonestación a Braña en una falta de Lázzaro quedarán en el recuerdo, como el descuento de Cristian Bardaro a los 44´ para el Danubio o el tercer gol hecho por 18 toques, incluído Andújar, que Benítez malogra.
Dos estrategias de juego distintas, legitimadas con títulos recientes, ya nos representan en Octavos de Final. Desde este lugar, esperamos augurar nuevos triunfos argentinos y que los representantes del Fútbol Grande, nacional y de toda América, sigan la senda de la victoria.
Fotos: Diario Ole
Video: Estudiantes 2 - 0 Dep. Cuenca
Video: Estudiantes 2 - 0 Dep. Cuenca
Video: Danubio 1 - 2 Lanús
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