
Porque mi abuela me dice que es El Cocinero. Y ayer Dátolo, yendo y viniendo por la banda izquierda, agarrando el recetario del buen desborde y sirviéndose dos veces de las espaldas de la amplia y distraída defensa jujeña, hizo las dos delicias para que un Boca necesitado de volver a saborear un triunfo en el torneo local venciera 2 a 1 a Gimnasia de Jujuy.
De entrada, el Lobo jujeño se quiso comer todo lo que Boca dejaba servido en el jardín trasero: Quinteros y Carranza se unían para asistir a Luna, quien desprendido del medio entraba sin que lo inviten a tirar al arco que bien defiende Caranta; Arraya aprovechaba que Monzón subía a intentar participar de lo que armara Boca en el área jujeña, y también buscaba sumarse al pic-nic con los primeros y poder meter una bocha en la canastita que Caranta, hasta que se lesiona en la última jugada del PT, mantuvo a salvo.
Por el lado de Boca, cuando los jujeños se tomaban un par de siestitas aprovechaba para picar algo: a los 17´ Palermo culmina un buen desborde por derecha de Dátolo en centro a Palacio, quien remata frente al arco, apurado y, por ende, sin puntería. A los 3´ Palermo puntea genialmente una bocha que se iba al saque de arco tras un ¿remate? ¿pase al área? de Álvaro González versión 8 (punto 3, por el magro desempeño) , y Walter Veláz anula incorrectamente el gol. Indigesto para Boca, traga saliva Jujuy y a esa altura ya deberían haber apuntado esta receta de ¨la cocino de un lado, la sirvo del otro¨ de las jugadas xeneizes.
De entrada, el Lobo jujeño se quiso comer todo lo que Boca dejaba servido en el jardín trasero: Quinteros y Carranza se unían para asistir a Luna, quien desprendido del medio entraba sin que lo inviten a tirar al arco que bien defiende Caranta; Arraya aprovechaba que Monzón subía a intentar participar de lo que armara Boca en el área jujeña, y también buscaba sumarse al pic-nic con los primeros y poder meter una bocha en la canastita que Caranta, hasta que se lesiona en la última jugada del PT, mantuvo a salvo.
Por el lado de Boca, cuando los jujeños se tomaban un par de siestitas aprovechaba para picar algo: a los 17´ Palermo culmina un buen desborde por derecha de Dátolo en centro a Palacio, quien remata frente al arco, apurado y, por ende, sin puntería. A los 3´ Palermo puntea genialmente una bocha que se iba al saque de arco tras un ¿remate? ¿pase al área? de Álvaro González versión 8 (punto 3, por el magro desempeño) , y Walter Veláz anula incorrectamente el gol. Indigesto para Boca, traga saliva Jujuy y a esa altura ya deberían haber apuntado esta receta de ¨la cocino de un lado, la sirvo del otro¨ de las jugadas xeneizes.

Para el segundo tiempo, Migliore entró a cubrir el arco del club de sus amores e Ischia le secó el chip a varios de los muchachos. Julio César dejó su ensalada y con Facu Roncaglia empezó a barrer con ganas las migas que dejaban los laterales compañeros de zaga, y Battaglia subió su fuego – por eso terminó amonestado y debieron sacarle pimienta, perdón, tarjeta roja- para que Gracián, Palacio a diestra y siniestra y Dátolo tuvieran más color y calor en ataque.

Y si no tomaste nota, Héctor, vas frito. El muchacho de apellido francés, comió mucho caracol, un manjar para los galos y para Dátolo, quien aprovechó la rienda suelta para marcar siempre las jugadas por su sector y el desconcepto de toda la defensa de Labruna, volcada hacia el sector por donde traen la pelota, se abría, se corría hacia la derecha, y desguarnecía lo que sucedía en todo el resto del frente de ataque. Ají las cosas, a los 27, el principio del fin para los de Omar: Palacio, quien siempre se las arregla para molestar a los rivales, hace perder los estribos a Acuña en un contragolpe: lo baja y afuera.

Fotos: Diario Ole y Diario La Nación
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